mistemas de estudio
martes, 29 de septiembre de 2015
sábado, 19 de mayo de 2012
Introducción a los medios de solución pacífica de conflictos
2.- Introducción a los medios de solución pacífica de
conflictos
La búsqueda de
la Paz es sin duda una de las grandes preocupaciones del hombre en su andar por
los caminos de la historia, pero sin embargo la guerra y los conflictos parecen
por momentos dominar la escena internacional.
Las causas de los conflictos son múltiples: políticas,
religiosas o culturales; siempre teniendo presente una contraposición de
intereses.
En el campo
internacional también se encuentran presentes los conflictos, estos se producen
por la existencia de diferencias de criterios entre Estados
Estudiar las
causas que los originan no es suficiente, es necesario también encontrar medios
que permitan solucionarlos, encontrar el modo de resolverlos y evitar o
disminuir sus secuelas.
Es importante
precisar lo que realmente es un conflicto. Existen múltiples definiciones, pero
una de las más acertadas, por su precisión es:
“Un conflicto es
el proceso que se inicia cuando una parte percibe que otra la ha afectado de
manera negativa, o está a punto de afectar de manera negativa, algunos de sus
intereses.”
Con relación a
la solución de conflictos, la Carta de las Naciones Unidas establece que todos
los Estados arreglarán sus controversias internacionales por medios pacíficos
de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz, la justicia o la seguridad
internacional. Para complementar el aspecto anterior, la Carta de las Naciones
Unidas plantea que el arreglo de las controversias tendrá como base la igualdad
soberana de Estados y que los miembros de la Organización se abstendrán de
emplear la amenaza o la fuerza contra la integridad territorial de cualquier
Estado.
En el mismo
sentido, la Organización de las Naciones Unidas plantea la necesidad de la
realización de cooperación internacional para la solución de problemas
internacionales en los aspectos económicos, humanitarios y sociales. Si
existiera una situación que pudiese llegar a convertirse en controversia
internacional o existe ya una en desarrollo, se deben fomentar mecanismos para
la búsqueda de la paz y para mantener la seguridad internacional.
La Organización
de las Naciones Unidas a través de algunos de sus órganos principales: Consejo
de Seguridad, Asamblea General y la Secretaria General pueden actuar para investigar
y exhortar a las partes para que lleguen a un acuerdo pacífico.
Además de ello y en segundo lugar, puede recomendar que las
controversias de orden jurídico sean referidas a la Corte Internacional de
Justicia que ejerce funciones de órganos jurisdiccionales de la Organización de
las Naciones Unidas.
Es importante
destacar, que en materia internacional los métodos de solución de conflictos se
dividen en jurisdiccionales (como la Corte Internacional de Justicia) y no
jurisdiccionales; estos últimos a su vez se subdividen según el uso de canales
diplomáticos o el empleo de métodos diplomáticos.
Con relación a
los canales diplomáticos, se entienden estos como el uso de la negociación
directa entre los gobiernos en litigio. Los métodos diplomáticos implican la
intervención de terceros, es decir la realización de buenos oficios, mediación
y la conciliación.
2.1.- Arbitraje.
El método
jurisdiccional implica la aplicación de normas existentes en el Derecho
Internacional. En este sentido, se encuentra el uso de la Corte Internacional
de Justicia y del empleo del arbitraje, figura esta última, que para algunos
doctrinarios representa una vía no jurisdiccional, pero es importante recordar
que el arbitraje no busca un arreglo que beneficie a las dos partes, la
decisión que de ellos emanan, el laudo, tiene validez de sentencia. La
institución del arbitraje es conocida incluso desde la antigua Grecia y en ella
se pueden encontrar varios tipos fundamentales a través de la historia:
1. La primera forma que se encuentra es la realizada por un
Jefe de Estado al recurrir al Papa o a un Emperadores. En el siglo XIX aparecen
como árbitros los Jefes de Estado.
2. La siguiente forma la conforman las comisiones mixtas,
cada parte designa un árbitro integrándose una comisión paritaria.
3. Los tribunales arbítrales son órganos judiciales
compuestos por 3 ó 5 miembros y tiene la suficiente autoridad como para dictar
una sentencia.
4. El árbitro único es empleado en los litigios de poca
importancia o que tiene un gran carácter técnico.
5. Tribunal Permanente de Arbitraje con sede en la Haya. En
un proceso de arbitraje, las partes son competentes para consentir el arbitraje
y aceptar el criterio según el cual el árbitro debe fallar. En tal sentido, un
acuerdo previo para someter un litigio a una solución arbitral se presenta como
una cláusula que se agrega a un tratado sobre alguna materia en específico.
Por otra parte,
la Corte Internacional de Justicia se crea por lo establecido en el artículo 14
del pacto de la Sociedad de las Naciones. Se encuentra conformado por quince
jueces nombrados por el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de las
Naciones Unidas por mayoría simple dentro de cada órgano. Además de la
competencia contenciosa, propia de todo tribunal, tiene competencia consultiva.
2.2.- Mediación
Concepto
Procedimiento en
el cual dos partes de un conflicto se reúnen con un tercero, ajeno e imparcial
que facilita la comunicación entre aquellas para que puedan delimitar el
conflicto y encontrar su solución. Si existe un tercero, el mediador es un
facilitador de la resolución de conflictos, ya que el mediador induce a las
partes a resolver sus conflictos. No propone, excepto en cuestiones laborales.
Características:
. El mediador lo eligen las partes o un tercero, misión que
deberá recaer en una persona que posea los dotes necesarios para hallar
soluciones a un problema que las partes por iniciativa no están en capacidad de
brindar.
. Constituye un sistema intermedio de solución de conflicto
entre las conciliaciones y el arbitraje, una puja adicional que permitirá a las
partes inmersas hallar en familia, y de manera directa, la solución que no ha
sido posible aun materializarse.
. Se caracteriza por tratar de alcanzar una aceptación de
las partes por intermedio de la propuesta de un tercero, que solo tiene fuerza
de recomendación. El mediador no impone nada. La presencia y labor del mediador
no restringe ni limita la iniciativa de las partes para lograr por si misma la
solución directa del conflicto.
. El tercero pese a no tener autoridad sobre la decisión,
actúa como catalizador entre ellas.
Principios de mediación
Proposiciones
fundamentales que soportan el sistema de la mediación y su práctica.
Conflicto:
Situación que se
genera cuando dos o más personas manifiestan posiciones objetiva o
subjetivamente incompatibles, respecto de relaciones o bienes.
Acuerdo
Resultado de la
mediación que se formaliza a través de un convenio.
Mediación
Procedimiento
orientado a facilitar la comunicación entre los medios en conflicto, con el
objeto de explorar los intereses, sentimientos y emociones subyacentes, a fin
de procurar acuerdos que se cumplan por convicción.
Mediador
Persona
preparada para conducir adecuadamente una mediación.
Mediados
Personas en
conflictos que acuden a la mediación para tratar de resolverlo de común
acuerdo.
Diferencias entre Mediación y Conciliación
Mediación Conciliación
No se encuentra regulada por la ley.
Se encuentra regulada por la ley.
El mediador puede ser cualquier persona de la comunidad.
El conciliador debe ser un funcionario público,
administrativo o judicial o un particular nombrado por un T.S. del respectivo
D.J.
Fomenta el acuerdo de palabra.
Requiere un acuerdo escrito (acta de
conciliación). Los efectos que le da la ley son de una sentencia.
2.3.- Investigación
Concepto
Investigar es
buscar intencionalmente algo que no se conoce. El investigador es un
descubridor intencional, sabe que busca algo, pero no sabe cual será el
resultado de su búsqueda. La investigación debe entenderse como una búsqueda
intencional realizada de manera metodológica, o sea sometida a reglas que
conceden, por lo menos confiabilidad a sus resultados.
Investigación Jurídica
La
investigación jurídica es la investigación que tiene por objeto el estudio del
derecho. Ahora bien al realizar una investigación jurídica debe tenerse en
cuenta que su especialidad radica en que el derecho ha contenido y contiene
tres aspectos esenciales que lo individualizan:
. Normativa: se refiere al ordenamiento (sin importar su
vigencia) y su ciencia.
. Facilidad: se refiere a los hechos que dan lugar al
nacimiento de ciertas normas y que, portal razón, son hechos regulados por el
derecho.
. Axiológico: hace referencia a la valoración social que se
tiene de las normas jurídicas (injustas o justas) y a las concepciones
prejuridicas (valores que impulsan la creación o derogación de ciertas normas
positivas).
Los trabajos de investigación jurídicas
pueden ser de diversas índoles:
Históricos - jurídicos: se refiere al seguimiento histórico
de una institución publica jurídica (la familia, contratos, patentes, Estado…)
Jurídico - comparativo: trata de establecer las semejanzas
y/o diferencias entre instituciones jurídicas o sistemas periódicos (semejanzas
entre el derecho penal alemán y el derecho penal venezolano).
Jurídico - descriptivo: consiste en aplicar de manera pura
el método analítico a un tema jurídico, es decir, consiste en descomponerlo en
tantas partes como sea posible. Esto implica que el tema debe ser, salvo que se
persiga otro fin, muy bien delimitado (análisis de los requisitos para contraer
matrimonio).
Jurídico - exploratorio: se trata de abrir el camino para la
realización de posteriores investigaciones (aspectos generales del derecho de
autor).
Jurídico - proyectivo: consiste en realizar una especie de
predicción sobre el futuro de algún aspecto jurídico (sostiene que el derecho
penal en un tiempo no lejano pasara a ser competencia de entes supranacionales.
Jurídico - propositito: se caracteriza porque evalúa fallas
de los sistemas o normas, a fin de proponer o aportar posibles soluciones.
La Integración a nivel Universal y Regional. Introducción
Unidad 4. La Integración a nivel Universal y Regional.
Introducción
Ya hace varios
siglos atrás, existían ideas integracionistas y de cooperación entre países,
especialmente entre aquellos que comparten un territorio continental en común.
En las últimas
cinco décadas del siglo XX, los fenómenos de integración se han hecho mucho más
comunes. Características más actuales del mundo, como son la creciente
globalización sobre todo en la década del 90, acompañado del predominio de un
modelo económico de libre mercado el cual se nutre del intercambio entre los
Estados-nación, ha hecho necesario adoptar medidas tendientes a mejorar la
posición negociadora frente a otros Estados. Esto último se ha logrado por
medio de los procesos de integración regional, que permiten a los países
negociar como bloque. Los casos más conocidos en la actualidad son: MERCOSUR,
NAFTA y la UE.
Cabe destacar
por sobre todos los procesos de integración conocidos, el caso de la Unión
Europea, el cual ha llegado mucho más allá de un aspecto sólo económico. Se ha
creado toda una institucionalidad supranacional, con atribuciones en materias
políticas, jurídicas, de defensa, sociales y económicas.
La formación de
este tipo de bloques nace básicamente de una necesidad funcional, en que cada
uno de los Estados que decide integrarse a un bloque, lo hace porque ve en ello
una oportunidad de aumentar el bienestar de sus ciudadanos o simplemente por
una cuestión de interés nacional.
Es por esta
razón que se ha optado por analizar los procesos de integración desde la
perspectiva que nos entrega la teoría funcionalista de las relaciones
internacionales, la cual parte del supuesto de la incapacidad del estado
moderno de satisfacer las cada vez más complejas necesidades de interés
nacional. Para colmar esa carencia, propone la creación paulatina de una red de
organizaciones internacionales que irían asumiendo la gestión de sectores
concretos (agricultura, energía, defensa, por ejemplo). Se gestaría así un
sistema territorial de transacciones, encargado de satisfacer -con la
colaboración de los gobiernos estatales- las necesidades de los ciudadanos.
Así, poco a poco, surgiría entre los Estados, la conciencia de estar vinculada
a los demás por una red cada vez más densa de intereses en común.
De este modo se
produciría una paulatina transferencia de las lealtades desde los estados hacia
las distintas organizaciones supranacionales. Mediante este método, y a partir
del desarrollo de la conciencia de las ventajas de la cooperación
internacional, se eliminarían las actitudes ultra nacionalistas irracionales
que según el funcionalismo son las causantes de los conflictos internacionales
violentos.
A continuación,
se estarán desarrollando en esta investigación la Integración a nivel Universal
y regional, los cuales tendrán como temas de contenidos los modelos de
integración, la Naciones Unidas, la carta de la ONU, la Organización Mundial
del Comercio, La Unión Europea y las Instituciones Latinoamericanas antes
expuestas (MERCOSUR, CAN, Comunidad Sudamericana de Naciones).
1. La Integración
a Nivel Universal.
Existen
básicamente dos formas de establecer relaciones internacionales en materia de
intercambio comercial, a saber: la cooperación que incluye acciones destinadas
a disminuir la discriminación, como es el caso de acuerdos internacionales
sobre políticas comerciales y la integración que comprende medidas conducentes
a la supresión de algunas formas de discriminación, como lo es la eliminación
de barreras al comercio.
Partiendo desde
lo mas básico, la palabra integración viene del latín, integratio – onis, que
según el diccionario de la RAE significa acción y efecto de integrar o
integrarse, constituir las partes un todo, unirse a un grupo para formar parte
de él.
La integración
son " los procesos por los cuáles las naciones anteponen el deseo y la
capacidad para conducir políticas exteriores e internas clave de forma
independiente entre sí, buscando por el contrario tomar decisiones conjuntas o delegar
su proceso de toma de decisiones a nuevos órganos centrales".
1.1.-Los modelos de integración en un mundo globalizado.
Modelos de
integración.
A grandes rasgos
y más allá de matices o factores nacionales, hay dos modelos distintos para insertarse
en este mundo globalizado y que esos modelos comportan diferencias
fundamentales.
Esas dos
visiones son “por una parte, (el modelo) asociado a la perspectiva neoclásica y
a la visión fundamentalista de la globalización, el cual está incorporado en la
política de estabilidad y de ajuste estructural del llamado Consenso de
Washington”.
Y, por otra
parte, “la integración sustentable
(alternativa) refleja la visión crítica de la globalización y las estrategias
nacionales de desarrollo humano y protección del ambiente, las cuales, al
proyectarse a las políticas comunitarias, configuran una integración
participativa y la transformación convergente de todos los socios del
Mercosur”.
El modelo que se
denomina neoliberal, “refuerza la especialización de la subregión en las
exportaciones de productos primarios y tiende a acrecentar la brecha del
contenido tecnológico de las exportaciones e importaciones”. Esto lleva al
desequilibrio estructural del comercio exterior en nuestra región y “profundiza
la vulnerabilidad histórica del desarrollo de nuestros países”.
El término
integración juega un rol importante en el mundo globalizado de hoy, ya que
permite a las organizaciones encontrar su camino hacia el mercado aisladas dado
que pertenecen al mismo sistema económico. El ver su posición desde el punto de
vista sistémico, les ayuda a abrir sus horizontes y cuestionarse dónde el uso
de los Sistemas de Información (SI) y la implementación de las Tecnologías de
Información (TI) se hace indispensable.
Los Modelos
de Integración permiten a las organizaciones determinar bajo qué enfoque están
llevando a cabo su proceso de integración.
Los Modelos de Integración (Ciclo, Semilla, Web, Flujo, Onda, Anillo,
Célula y Árbol) que han sido estudiados en contextos foráneos para estudiar la
factibilidad de su implantación en las organizaciones venezolanas.
Aplicando
Investigación Acción (Baskerville, 1999) y DESMET (Kitchenham etal, 1996), se
busca determinar cuál modelo (o combinación de modelos) para la integración de
sistemas se está aplicando en Venezuela. El estudio de caso se fundamentó en la
observación de distintas organizaciones venezolanas que han tenido la
experiencia de integrar sus SI y TI, para determinar cómo los distintos modelos
de integración estaban presentes en las mismas. Como resultado, se pudo
demostrar que las organizaciones venezolanas pueden ampliar su conocimiento
sobre la integración de sus SI y TI, a través del uso de estos modelos,
mejorando de esta manera la integración de sistemas que requieren.
Existen varios
tipos de integración que son necesarios y valiosos pero a veces no satisfacen
las necesidades de muchos negocios. Algunas veces las áreas que cubren son
demasiado específicas dedicándose a una función o a un departamento en
particular. Se necesita la integración no solamente en el nivel físico sino
conceptual. Para esto se utiliza el concepto de EAI, el cual se define de la
siguiente manera: “… es el proceso mediante el cual hardware, software y
procedimientos de negocios combinan sus componentes haciendo posible la fácil
utilización de la información y los sistemas en un trabajo conjunto que puede
alcanzar la sinergia. EAI está representada a través de los MI.
Estos modelos
expresan en un lenguaje común las soluciones para la integración, capturan las
múltiples posibilidades que se presentan para la organización, muestran cómo se
combinan los elementos para lograr la solución deseada.
El uso de cada
modelo ofrece unos beneficios específicos que reflejan su esencia. Estos
modelos tratan de abarcar todas las posibles combinaciones de integración que
pueden usar las organizaciones. En se
menciona que es probable que existan otros modelos que no están descritos
todavía. Los MI demuestran un amplio panorama de la aplicación de los mismos en
diversos procesos organizacionales. Cada proceso está relacionado con el
propósito de la organización. Éste, en su lugar, define la razón de ser de la
organización y actúa como catalizador para crear una estructura que opera en el
marco del contexto definido. Para llevar a cabo los cambios deseados, una
organización necesita identificar los procesos actuales, recalcando sus
fortalezas y debilidades, comprenderlos, planificar como poder mejorarlos o
transformarlos y definir los requerimientos tecnológicos, entre otros. Los MI
reúnen los requisitos necesarios para soportar y llevar a cabo este proceso de
cambio.
1.2.-Las Naciones Unidas
La Organización
de las Naciones Unidas (ONU) es la mayor organización internacional existente.
Se define como una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en
asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el
desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.
. La ONU fue fundada el 24 de octubre de 1945 en San Francisco (California),
por 51 países, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, con la firma de la Carta
de las Naciones Unidas.
Desde su sede en
Nueva York, los Estados miembros de las Naciones Unidas y otros organismos
vinculados proporcionan consejo y deciden acerca de temas significativos y
administrativos en reuniones periódicas celebradas durante el año. La ONU está estructurada en diversos
organismos administrativos: Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo
Económico y Social, Secretaría General, Consejo de Administración Fiduciaria y
la Corte Internacional de Justicia. La figura pública principal de la ONU es el
Secretario General. El actual es Ban Ki-moon de Corea del Sur, que asumió el
puesto el 1 de enero de 2007, reemplazando a Kofi Annan.
En el año 2007,
la ONU posee 192 estados miembros, prácticamente todos los países soberanos
reconocidos internacionalmente. Hay excepciones como la Santa Sede, que tiene
calidad de observador, y República de China-Taiwán (un caso especial).
La sede europea
(y segunda sede mundial) de la Organización de las Naciones Unidas se sitúa en
Ginebra, Suiza. Los idiomas oficiales de la ONU son seis: árabe, chino
mandarín, español, francés, inglés y ruso.
1.2.1.-Fundamentos para su creación.
La ONU reemplazó a
la Sociedad de Naciones (SDN), fundada en 1919, ya que dicha organización había
fallado en su propósito de evitar otro conflicto Internacional.
El término
«Naciones Unidas» se pronunció por primera vez en plena Segunda Guerra Mundial
por el entonces presidente de los Estados Unidos Franklin Roosevelt, en la
Declaración de las Naciones Unidas, el 1 de enero de 1942 como una alianza de
26 países en la que sus representantes se comprometieron a defender la Carta
del Atlántico y para emplear sus recursos en la guerra contra el Eje
Roma-Berlín-Tokio.
La idea de la ONU
fue elaborada en la declaración emitida en la Conferencia de Teherán celebrada
por los aliados en 1943. Allí Roosevelt sugirió el nombre de Naciones Unidas.
De agosto a
octubre de 1944, representantes de Francia, la República de China, el Reino
Unido, los Estados Unidos y la Unión Soviética celebraron la conferencia de
Dumbarton Oaks para esbozar los propósitos de la organización, sus miembros,
los organismos, y las disposiciones para mantener la paz, seguridad y
cooperación internacional. La actual organización refleja parcialmente esta conferencia,
ya que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (que tienen
poder de veto en cualquier resolución de la ONU) son dichos estados, o sus
sucesores (República Popular China que reemplazó a la República de China-Taiwán
y Rusia que sucedió a la Unión Soviética).
El 25 de abril de
1945 se celebró la primera conferencia en San Francisco (la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Organización Internacional). Además de los gobiernos,
fueron invitadas organizaciones no gubernamentales. El 26 de junio las 50
naciones representadas en la conferencia firmaron la Carta de las Naciones
Unidas. Polonia, que no había estado representada en la conferencia, añadió su
nombre más tarde entre los signatarios fundadores, para un total de 51 Estados.
La ONU comenzó su existencia después de la
ratificación de la Carta por la República de China, Francia, la Unión
Soviética, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados
Unidos y la gran mayoría de los otros 46 miembros. El primer período de
sesiones de la Asamblea General se celebró el 10 de enero de 1946 en Central
Hall Westminster (Londres). La Sociedad de Naciones se disolvió oficialmente el
18 de abril de 1946 y cedió su misión a las Naciones Unidas.
En 1948 se
proclama de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, uno de los logros
más destacados de la ONU.
Los fundadores de
la ONU manifestaron tener esperanzas en que nueva organización sirviera para
prevenir nuevas guerras. Estos deseos no se han hecho realidad en muchos casos.
Desde 1947 hasta 1991, la división del mundo en zonas hostiles durante la
llamada guerra Fría hizo muy difícil este objetivo, debido al sistema de veto
en el Consejo de Seguridad. Desde 1991 las misiones de paz de la ONU se han
hecho más complejas abarcando aspectos no militares que asegurasen un adecuado
funcionamiento de las instituciones civiles, como en las elecciones.
Recientemente ha
habido numerosas llamadas para la reforma de la ONU.[3] Algunos desean que la
ONU juegue un papel mayor o más efectivo en los asuntos mundiales, otros desean
que su papel se reduzca a la labor humanitaria. Ha habido también numerosas
llamadas para que la pertenencia al Consejo de Seguridad se incremente para
reflejar la situación geopolítica actual (esto es, más miembros de África,
América Latina y Asia) y para que se elija al Secretario General en elecciones
presidenciales y a una Asamblea Popular de la ONU (UNPA) mediante votación
directa de los ciudadanos.
Han aparecido
renovadas llamadas para la reforma en 2004 y 2005, tras las acusaciones de mala
gestión y corrupción del Programa Petróleo-por-Alimentos para Iraq bajo el
régimen de Saddam Hussein.
Estados miembros
Desde 2006 y
después de la adhesión de Montenegro, el número de estados miembros es de 192.
Están incluidos todos los estados reconocidos internacionalmente, aunque
notables ausencias son:
• La Ciudad del
Vaticano (la Santa Sede es miembro observador),
• La Orden de
Malta, con sede en Roma, es un sujeto de Derecho internacional y es miembro
observador,
• Palestina (la
Organización para la Liberación de Palestina es miembro observador),
• La República
de China-Taiwán (cuyo asiento en la ONU fue transferido a la República Popular
China en 1971),
• El Sáhara
Occidental (oficialmente es un territorio no autónomo de administración
española, como indica el documento S/2002/161).
El último país
en ser admitido fue Montenegro, el 28 de junio de 2006.
Casos
especiales, únicos territorios no miembros, sin calidad de miembro observador y
con gobierno propio:
• Niue y las
Islas Cook: ambos territorios están actualmente en libre asociación con Nueva
Zelanda. Sin embargo, cada uno podría declarar su independencia solicitando su
ingreso a la ONU. Esto ya ha sucedido, por ejemplo, con las Islas Marshall y
Palau, ambos estados en libre asociación con Estados Unidos y miembros
permanentes de las Naciones Unidas.
El artículo 4, del
Capítulo 2 de la Carta de las Naciones Unidas establece los requisitos para ser
Estado miembro:
Podrán ser Miembros
de las Naciones Unidas todos los demás Estados amantes de la paz que acepten
las obligaciones consignadas en esta Carta, y que, a juicio de la Organización,
estén capacitados para cumplir dichas obligaciones y se hallen dispuestos a
hacerlo.
La admisión de tales Estados como Miembros de las Naciones
Unidas se efectuará por decisión de la Asamblea General a recomendación del
Consejo de Seguridad.
En resumen, Las Naciones Unidas es una organización
internacional fundada en 1945 tras la Segunda Guerra Mundial por 51 países que
se comprometieron a mantener la paz y la seguridad internacionales, desarrollar
relaciones amistosas entre las naciones y promover el progreso social, mejores
niveles de vida y los derechos humanos. Debido a su singular carácter
internacional, y las competencias de su Carta fundacional, la Organización
puede adoptar una decisión sobre una amplia gama de cuestiones, y proporcionar
un foro a sus 192 Estados Miembros para expresar sus opiniones, a través de la
Asamblea General, el Consejo de Seguridad , el Consejo Económico y Social y
otros órganos y comisiones.
La labor de las
Naciones Unidas llega a todos los rincones del mundo. Aunque más conocida por
el mantenimiento de la paz, la Consolidación de la Paz, la prevención de
conflictos y la asistencia humanitaria, hay muchas otras maneras de las
Naciones Unidas y su sistema (organismos especializados, fondos y programas),
que afectan a nuestras vidas y hacer del mundo un lugar mejor. La Organización
trabaja en una amplia gama de cuestiones fundamentales, desde el desarrollo
sostenible, medio ambiente y la protección de los refugiados, socorro en casos
de desastre, la lucha contra el terrorismo, el desarme y la no proliferación, a
la promoción de la democracia, los derechos humanos, la igualdad entre los
géneros y el adelanto de la mujer, la gobernanza, el desarrollo económico y
social y la salud internacional, la limpieza las minas terrestres, la expansión
de la producción de alimentos, y más, con el fin de alcanzar sus objetivos y
coordinar los esfuerzos para un mundo más seguro para esta y futuras
generaciones.
1.2.2. La Carta de la
O.N.U y su funcionamiento
La Carta de las
Naciones Unidas se firmó el 26 de junio de 1945 en San Francisco, al terminar
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, y entró
en vigor el 24 de octubre del mismo año. El Estatuto de la Corte Internacional
de Justicia es parte integrante de la Carta.
El 17 de diciembre
de 1963 la Asamblea General aprobó enmiendas a los Artículos 23, 27 y 61 de la
Carta, las que entraron en vigor el 31 de agosto de 1965. El 20 de diciembre de
1971 la Asamblea General aprobó otra enmienda al Artículo 61, la que entró en
vigor el 24 de septiembre de 1973. Una enmienda al Artículo 109, aprobada por
la Asamblea General el 20 de diciembre de 1965, entró en vigor el 12 de junio
de 1968.
La enmienda al Artículo
23 aumentó el número de miembros del Consejo de Seguridad de once a quince. El
Artículo 27 enmendado estipula que las decisiones del Consejo de Seguridad
sobre cuestiones de procedimiento serán tomadas por el voto afirmativo de nueve
miembros (anteriormente siete) y sobre todas las demás cuestiones por el voto
afirmativo de nueve miembros (anteriormente siete), incluso los votos
afirmativos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
La enmienda al
Artículo 61 que entró en vigor el 31 de agosto de 1965 aumentó el número de
miembros del Consejo Económico y Social de dieciocho a veintisiete. Con la otra
enmienda a dicho Artículo, que entro en vigor el 24 de septiembre de 1973, se
volvió a aumentar el número de miembros del Consejo de veintisiete a cincuenta
y cuatro.
La enmienda al
Artículo 109, que corresponde al párrafo 1 de dicho Artículo, dispone que se
podrá celebrar una Conferencia General de los Estados Miembros con el propósito
de revisar la Carta, en la fecha y lugar que se determinen por el voto de las
dos terceras partes de los Miembros de la Asamblea General y por el voto de
cualesquiera nueve miembros (anteriormente siete) del Consejo de Seguridad. El
párrafo 3 del mismo Artículo, que se refiere al examen de la cuestión de una
posible conferencia de revisión en el décimo período ordinario de sesiones de
la Asamblea General, ha sido conservado en su forma primitiva por lo que toca a
una decisión de "siete miembros cualesquiera del Consejo de
Seguridad", dado que en 1955 la Asamblea General, en su décimo período
ordinario de sesiones, y el Consejo de Seguridad tomaron medidas acerca de
dicho párrafo.
Preámbulo
Nosotros los pueblos de las naciones unidas resueltos
• A preservar a las generaciones venideras del
flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la
Humanidad sufrimientos indecibles,
• A reafirmar la fe en los derechos fundamentales
del hombre, en 1a dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de
derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas,
• A crear condiciones bajo las cuales puedan
mantenerse la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados
y de otras fuentes del derecho internacional,
• A promover el progreso social y a elevar el
nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad,
Y con tales finalidades
• A practicar la tolerancia y a convivir en paz
como buenos vecinos,
• A unir nuestras fuerzas para el mantenimiento
de la paz y la seguridad internacionales,
• A asegurar, mediante la aceptación de
principios y la adopción de métodos, que no se usará; la fuerza armada sino en
servicio del interés común, y
• A emplear un mecanismo internacional para
promover el progreso económico y social de todos los pueblos,
Hemos decidido unir nuestros esfuerzos para realizar estos
designios.
Por lo tanto,
nuestros respectivos Gobiernos, por medio de representantes reunidos en la
ciudad de San Francisco que han exhibido sus plenos poderes, encontrados en
buena y debida forma, han convenido en la presente Carta de las Naciones
Unidas, y por este acto establecen una organización internacional que se
denominará las Naciones Unidas.
1.2.3 Fracaso del modelo integrador en un contexto imperial
y neoliberal
Los cambios a
largo plazo y gran escala que atraviesan los continentes raras veces ocurren
sin profundos procesos de cambios acumulativos y heterodoxos en el nivel de las
relaciones de clase de ámbito local, regional y nacional. Del mismo modo la propagación
de nuevas ideas, organizaciones, luchas y políticas a través de las fronteras
nacionales no es simplemente un proceso de 'comunicación' o una 'revolución
tecnológica', sino el resultado de la emergencia de organizaciones políticas
que ya comparten perspectivas básicas e intereses con los 'actores
principales'.
Durante los años
1990 los regímenes neoliberales patrocinados por EEUU y las economías de Ibero
América experimentaron una serie de quiebras, crisis graves y estancamiento
crónico. Los fracasos económicos de los regímenes neoliberales generaron la
base popular para una nueva oleada de movimientos sociales radicales, que
sustituyeron a la generación anterior de partidos electorales de centro
izquierda y antiguos radicales de los años 1980 como principales opositores al
imperialismo estadounidense. CONAIE en Ecuador, el MST en Brasil, los Cocaleros
en Bolivia, los desempleados piqueteros en Argentina, y los Zapatistas de
México todos ellos vinculados a movimientos urbanos para desafiar las políticas
neoliberales y en algunos casos para derrocar regímenes. Estos movimientos y
sus políticas de acción directa extraparlamentaria hicieron detonar el apoyo en
las ciudades entre una minoría de sindicalistas militantes.
Si bien los
poderes imperialistas - de nuestro tiempo - EEUU y la Unión Europea son
incapaces de establecer la hegemonía directa, en sentido estricto, sobre las
masas de Ibero América, cuentan con las élites colaboradoras con las que
comparten intereses, propiedades y riquezas. Dada la creciente polarización, y
la agudización de las crisis políticas y económicas la influencia de la clase
dirigente colaboracionista sobre las masas se ha vuelto muy tenue. En este
contexto la clase político social crucial que entra para ejercer el poder es la
pequeña burguesía por medio de su aparato electoral de partido, su papel en la
burocracia estatal y en las organizaciones cívicas, sus estrechos lazos con la
burocracia sindical, las ONG y los 'movimientos sociales'. Combinando una
'retórica populista' de ataque al “neoliberalismo” y la “globalización” con un
servilismo incondicional a la política electoral, y al orden institucional y
legal, esta clase ejerce realmente la hegemonía sobre sectores importantes de
las masas durante períodos de tiempo más o menos largos.
Además de los
nuevos movimientos de acción popular directa, las guerrillas colombianas (FARC
y ELN) aumentaron su control territorial e influencia, rodeando la capital,
Bogotá. En Venezuela, un nuevo tipo de política nacionalista que combinó la
movilización popular y la polarización de clases, con la política electoral
encabezada por Chávez, ganó la Presidencia en 1998 sobre la base de su
oposición a la política imperialista estadounidense. Los puntos culminantes de
estos movimientos ocurrieron en diferentes momentos de los años 1990 -
alcanzando su cénit alrededor de 2001.
En respuesta,
Washington aceleró su programa de militarización por una parte, y, por otra
parte, ajustó su estrategia política a la promoción y cooptación de una nueva
generación de políticos de centro izquierda al servicio de sus planes
neoliberales.
La
militarización abarca un amplio repertorio de tácticas - incluso dentro del
mismo país. En Venezuela, Washington siguió una serie de políticas desde
promover un golpe militar, un golpe civil-militar, un cierre empresarial, un
referéndum fraudulento y la contratación de fuerzas paramilitares Colombianas
para actividades terroristas transfronterizas. Las tácticas ofensivas de
Washington fueron derrotadas en todos los casos por una alianza entre los
pobres urbanos y las fuerzas militares constitucionales. Los conflictos
radicalizaron a las bases populares del movimiento Chávez, aumentaron el nivel
organizativo de las bases, llevando a la expansión de los programas sociales,
pero no hicieron radicalizar las políticas del régimen hacia los banqueros,
industriales o los dueños de los medios de comunicación.
EEUU aumentó
inmensamente su ayuda militar al régimen colombiano y a las fuerzas
paramilitares del Plan Colombia y amplió sus bases militares por toda la región
Andina. Como consecuencia de una política de tierra quemada, el cerco
guerrillero de las ciudades principales resultó debilitado y el régimen de
Uribe sobrevive apoyado por EEUU. Sin embargo, el Plan Colombia no ha podido
infligir ninguna derrota estratégica a las guerrillas, y el nivel de
descontento social urbano y rural y la organización social han aumentado.
Paradójicamente,
aunque el aumento de las tácticas estadounidenses de militarización no han
logrado alcanzar objetivos estratégicos, sus tácticas políticas sí han tenido
éxito: El apoyo a Washington por parte de políticos electorales de centro
izquierda ha producido varias victorias estratégicas en Brasil, Argentina,
Bolivia, Perú, Ecuador y muy probablemente en Uruguay en un futuro próximo.
En cada uno de
estos países, los poderosos movimientos políticos sociales han sido
fragmentados, aislados, divididos y debilitados por el ascenso al poder de
antiguos partidos de izquierdas anteriormente considerados aliados de los
movimientos. El caso más asombroso es el del régimen de Lula en Brasil, la
economía más grande y más importante en América Latina. Da Silva ha
proporcionado a EEUU un “régimen de sueño” - dejando aparte un remanente de
presupuesto de más del 4,25% para pagar a los acreedores extranjeros,
acuchillando pensiones, invirtiendo la legislación laboral, negociando a favor
del ALCA, dirigiendo la ocupación militar de Haití para apoyar al régimen
títere impuesto por EEUU. Lula prácticamente ha congelado el salario mínimo por
debajo del nivel de inflación y ha ampliado la privatización para que incluya
la infraestructura básica. Políticas similares han sido puestas en práctica por
los seudo populistas Gutiérrez en Ecuador, Toledo en Perú, y Mesa en Bolivia.
En Argentina el
régimen conservador moderado de Kirchner ha neutralizado y ha dividido al
movimiento piquetero, contuvo la privatización radical y las políticas de libre
comercio implementadas por sus precursores, al tiempo que proporcionaba
repartos de subsistencia al enorme ejército de desempleados y concedía pequeñas
subidas a los jubilados empobrecidos.
La estrategia
estadounidense y de las derechas nativas se desenvuelve en varios frentes. En
el caso de Bolivia alentando su balcanización. En Ecuador, en aprovechar la
cuña de las FARC, para enfrentar a su gobierno con Colombia. En Argentina,
alentando a la oligarquía agroexportadora a confrontarse con el gobierno de
Cristina Fernández, para debilitar la economía y su base de apoyo popular, así
como para aislarla de los gobiernos de la región más radicales. En cuanto a
Venezuela la estrategia consiste en aislar a Chávez de su pueblo y del resto de
los gobiernos de la región. Los ejes de esa estrategia son: evitar avances en
la consolidación de un nuevo “bloque en el poder”; impedir su apoyo a otros
movimientos latinoamericanos; y vigilar su relación con Irán u otros enemigos
de los Estados Unidos.
El proceso de
transformación de América latina que se inicia con el despunte del siglo XXI
muestra que dada país tiene su propio camino.
Su historia, el
grado 22 de desarrollo de sus sistemas productivos, sus formas de inserción
específicas en la economía mundial sus formas de organización política, entre otros
factores, determinan caminos y estrategias diferentes. Es responsabilidad de
cada pueblo y de sus vanguardias, en todo caso, enmendar errores, cuando sus
líderes eligen el camino equivocado o traicionan sus programas. Pero lo que las
izquierdas latinoamericanas no pueden hacer es caer en el juego de los
imperialismos y promover la división. Por el contrario, en un sentido
estratégico, una de sus tareas principales es avanzar firmemente en el proceso
de unidad e integración latinoamericana, lo que implica: la ampliación y
fortalecimiento del ALBA y del MERCOSUR; la aceleración de la integración
energética; la actuación conjunta, con posiciones unitarias, en organismos
multilaterales como la OMC; y la creación del Banco del Sur.
1.3. La Organización Mundial del Comercio.
Historia
El GATT-General
Agreement on Tariffs and Trade (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) fue
creado en 1947 en La Habana, como respuesta al periodo de proteccionismo,
devaluaciones competitivas y controles de capitales del periodo de entreguerras
que se considera fue uno de los factores que llevó a la Segunda Guerra Mundial.
Tras la adopción de la Smoot-Hawley Tariff Act en Estados Unidos, que
incrementó los aranceles estadounidenses entre el 38%-52%, los socios comerciales
de los EEUU le impusieron a éste restricciones comerciales como medida de
represalia. Esto provocó un efecto dominó por el cual los flujos comerciales se
desviaban a otros países, se tomaban medidas proteccionistas en estos, y a su
vez medidas de represalia adicionales.
Una vez
concluida la guerra, los líderes políticos mundiales quisieron establecer una
serie de organizaciones internacionales que redujeran la posibilidad de que se
repitiera de nuevo el conflicto. Estas organizaciones internacionales fueron
creadas para controlar las relaciones internacionales y monetarias (Naciones
Unidas y FMI) y para el control de las relaciones comerciales (la Organización
Internacional del Comercio, OIC).
El GATT fue el
resultado de conversaciones entre 23 países (12 países industrializados y 11 en
desarrollo) que tuvieron lugar en paralelo a las conversaciones para la
creación del OIC. Las negociaciones que tuvieron lugar en La Habana en 1947 no
dieron sus frutos debido a la reticencia del Congreso de los Estados Unidos en
ratificar el acuerdo. Finalmente, el GATT fue el único resultado de los
acuerdos y éste impulsó la reducción de aranceles entre los Estados miembros.
A partir de
aquí, se sucedieron una serie de rondas de negociación que iban cambiando o
añadiendo determinados aspectos al GATT. Por ejemplo, en 1962 se firmó el
Multifibre Agreement que derogaba en el sector textil la aplicación de las
reducciones arancelarias (es decir, que en estos sectores no se aplicarían
dichas reducciones). Entre 1973 y 1979 se celebró la Ronda de Tokio, La Ronda
de Uruguay (1986-1993) fue uno de los momentos más importantes dentro de las
negociaciones comerciales, resultando en la reintegración del sector agrícola y
textil, introducción de nuevas disciplinas en el sector servicios y de
Propiedad Intelectual, así como la creación de la OMC.
Así pues, la OMC
fue creada el 1 de enero de 1995, sustituyendo al GATT, en la ciudad de
Ginebra, Suiza, donde aún mantiene su sede. Desde su creación, el GATT fue
explícitamente concebido como un acuerdo temporal que posteriormente formaría
parte de la OIC. Debido a que carecía de una estructura institucional, se
decidió crear la OMC para suplir estas deficiencias.
¿Qué es la Organización Mundial de Comercio?
La Organización
Mundial del Comercio (OMC) es la única organización internacional que se ocupa
de las normas que rigen el comercio entre los países. Los pilares sobre los que
descansa son los Acuerdos de la OMC, que han sido negociados y firmados por la
gran mayoría de los países que participan en el comercio mundial y ratificados
por sus respectivos parlamentos. El objetivo es ayudar a los productores de
bienes y servicios, los exportadores y los importadores a llevar adelante sus
actividades.
1.3.1. Fundamentos para su creación
Los principios
fundamentales y rectores de la OMC siguen siendo la apertura de las fronteras,
la garantía del principio de la nación más favorecida y del trato no
discriminatorio entre los Miembros, así como el compromiso de lograr la
transparencia en sus actividades. La apertura de los mercados nacionales al
comercio internacional, con excepciones justificables o con la flexibilidad
adecuada, fomentará y favorecerá el desarrollo sostenible, mejorará el
bienestar de las personas, reducirá la pobreza y promoverá la paz y la
estabilidad. Al mismo tiempo, esa apertura de los mercados debe ir acompañada
de políticas nacionales e internacionales racionales que contribuyan al
crecimiento económico y al desarrollo en consonancia con las necesidades y
aspiraciones de cada uno de los Miembros.
1.3.2. Funcionamiento
La OMC sirve de
foro para la negociación de acuerdos encaminados a reducir los obstáculos al
comercio internacional y a asegurar condiciones de igualdad para todos, y
contribuye así al crecimiento económico y al desarrollo. Asimismo, la OMC
ofrece un marco jurídico e institucional para la aplicación y la vigilancia de
esos acuerdos, así como para la solución de las diferencias que puedan surgir
de su interpretación y aplicación. En la actualidad, el conjunto de acuerdos
comerciales de la OMC comprende 16 acuerdos multilaterales distintos (en los
que son parte todos los Miembros de la OMC) y dos acuerdos plurilaterales
distintos (en los que sólo son parte algunos Miembros de la OMC).
Por lo general,
las decisiones en la OMC son adoptadas por consenso de todos los Miembros. El
órgano institucional de más alto nivel es la Conferencia Ministerial, que se
reúne aproximadamente cada dos años. Un Consejo General dirige las actividades
de la Organización en los intervalos entre reuniones de la Conferencia
Ministerial. Ambos órganos están integrados por todos los Miembros. Se encargan
de la administración y vigilancia de la aplicación por los Miembros de los
distintos Acuerdos de la OMC órganos subsidiarios especializados (Consejos,
Comités y Subcomités), también integrados por todos los Miembros.
En concreto, las principales actividades de la OMC son:
• La
negociación de la reducción o eliminación de los obstáculos al comercio
(aranceles de importación u otros obstáculos al comercio) y acuerdos sobre las
normas por las que se rige el comercio internacional (por ejemplo, en las
esferas de las medidas antidumping, las subvenciones, las normas sobre
productos, etc.)
• La
administración y vigilancia de la aplicación de las normas acordadas de la OMC
que regulan el comercio de mercancías y de servicios y los aspectos de los
derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio;
• La
vigilancia y el examen de las políticas comerciales de sus Miembros y la
consecución de la transparencia en los acuerdos comerciales regionales y
bilaterales;
• La
solución de diferencias entre los Miembros sobre la interpretación y aplicación
de los Acuerdos;
• El
fortalecimiento de la capacidad de los funcionarios públicos de los países en
desarrollo en asuntos relacionados con el comercio internacional;
• La
prestación de asistencia en el proceso de adhesión de unos 30 países que
todavía no son miembros de la Organización;
• La
realización de estudios económicos y la recopilación y difusión de datos
comerciales en apoyo de las demás actividades principales de la OMC;
• La
explicación y difusión al público de información sobre la OMC, su misión y sus
actividades.
1.3.3. Triunfo del modelo desintegrador en el
contexto imperial y neoliberal
Las experiencias
americanas y europeas son concluyentes en torno a la necesidad de unir a todos
y todas aquellos que, provenientes de entornos y realidad particulares y desde una
perspectiva democrática, rechazan al lucro como principio ordenador de las
relaciones sociales. Una unidad que pasa imprescindiblemente por la
organización política popular.
Replantear la
idea de progreso no sólo requiere de una propuesta económica y social
alternativa, se hace necesaria la voluntad de alcanzar el poder y una
estrategia política para obtenerlo. Los conceptos claves a este respecto son
democracia radical y participación. Democracia radical que constituye la
premisa de un proyecto de sociedad alternativo. Democracia radicalizada que
significa ir mucho más allá de la “democracia estringida”, de “baja
intensidad”, o como se le quiera denominar al proyecto político alienante del
Capitalismo Global. Democracia radicalizada que implica acortar la distancia
entre el poder y la gente, promover la tolerancia y la igualdad así como
descentralizar y perfeccionar los instrumentos de representación.
Participación es
el otro elemento de la mancuerna. El fundamento de la participación parte de la
premisa que no sólo es posible (en términos de factibilidad económica y
ambiental) una alternativa al neoliberalismo, sino que ésta es moral, ética y
políticamente necesaria.
Participación
que implica articular políticamente todas aquellas luchas que desde una
perspectiva filosófica orientada por la democracia y la igualdad, comparten la
aversión a la mercantilización de la vida social y el dominio del mundo por el
capital.
Democracia
radical y participación nos remiten al tema de la organización política; cómo
las fuerzas progresistas se organizarán eficazmente en el marco de la
globalización.
Si el
replanteamiento político de la idea de progreso se articula en torno a los
conceptos de democrática radical y participación, las divisiones, y
animadversiones del pasado -en la mayoría de los casos- carecen ya de sentido.
La división de la izquierda entre socialdemócratas y comunistas que se remonta
al rompimiento de la II Internacional y que se mantuvo hasta el fin de la
Guerra Fría, es anacrónica. A partir de esa división, el comunismo se convirtió
en referente para millones de seres humanos que ilusionados por la construcción
de un proyecto colectivista en la Unión Soviética, creyeron firmemente en la
inminente caída del capitalismo y el triunfo del proletariado, que
representaría según Engels “el salto de la humanidad del reino de la necesidad
al reino de la libertad”. La socialdemocracia, que a partir de Eduard Bernstein
ubica su horizonte político en el “movimiento” y no en la meta final, se
transformó en una fuerza política limitada a “humanizar” al sistema, a través
de una negociación entre el capital y el trabajo y la creación del Estado de
Bienestar. Una estrategia que tuvo sentido y factibilidad en el siglo XX, como
tercera vía entre el comunismo y el capitalismo manchesteriano. La
deshumanización y burocratización del Socialismo Histórico y la caída de la
Unión Soviética, implicaron el fracaso del proyecto surgido con la Revolución
de Octubre. El fin de la Guerra Fría y el agotamiento del keynesianismo y del
Estado de Bienestar, precipitaron el
declive de la socialdemocracia como alternativa reformista de cambio social. La
mayoría de las iniciativas de renovación de la socialdemocracia que se han
verificado hasta el momento, ofrecen pocas esperanzas de que esta regeneración
sehaga desde la izquierda, pues más bien, cuando en los últimos años se ha
hablado de “renovación”, en realidad se hace referencia a grados variables de
asimilación dentro del liberalismo.
Algunos autores
como Tomás Moulian, son categóricos en caracterizar la caída de estas dos
grandes familias como un fracaso, en el tanto no lograron revertir el sistema
capitalista. Se hace necesario repensar una afirmación tan categórica. Aun y
cuando en la época actual ambas propuestas –por lo menos como las conocimos en
el siglo XX- no ofrezcan soluciones, respuestas, y mucho menos una alternativa
al Capitalismo Global, no se puede tirar por la borda todo el pasado del
movimiento político más allá del agotamiento de un modelo particular. Las
conquistas políticas y sociales del socialismo democrático no se pueden negar.
No sería justo ni honesto desde el punto de vista intelectual, negar que
aquellas tentativas por crear un orden social y económico más apegado a los
valores socialistas, se concretaron gracias a la acción política del socialismo
democrático. Más allá de las limitaciones que en el pasado reciente ha tenido
la práctica política de la izquierda, las nuevas circunstancias exigen un nuevo
planteamiento político y organizativo, pues ni la hegemonía del neoliberalismo
ni la crisis de estas dos grandes familias del movimiento progresista, suponen
el fin de las ideologías ni mucho menos de la izquierda. Moulian dice al
respecto:
“Parece haber
sucumbido la esperanza central del siglo XX, la convicción de que los sujetos
colectivos podían hacer la historia en cuanto construcción de un futuro
distinto, no como mera reproducción. Pero ¿qué es lo que ha muerto? (…) no la
explotación ni la pobreza, ni los privilegios o las iniquidades. No hay una
mejoría o una humanización del capitalismo, como muchos lo quieren creer. Somos
víctimas de la desilusión respecto a nuestros proyectos del pasado, más que
partícipes de la humanización del capitalismo”. Todos los desafíos a la
democracia, a la igualdad y en general a la sobrevivencia de la humanidad
esbozados en el capítulo I, constituyen el acicate fundamental para este
replanteamiento político de la idea de progreso. Mientras el Capitalismo Global
continúe - como una dinámica inherente a su funcionamiento- extendiendo la
explotación, la injusticia, la exclusión, habrá resistencia. El hecho de que
haya habido respuestas equivocadas no quiere decir que las preguntas no sigan
vigentes. Esta Resistencia,
Michael Harrington dice en Socialism Past and Future: “I have demonstrated by
means of sleeping historical analysis that something called “socialism” is the
logical response to the predicament of freedom and justice on the eve of the
twenty-first century (…).
¿Qué era? ¿Qué es? El socialismo.
Ciertamente puede asumir muchos perfiles, no necesariamente progresistas, pero
sin duda representa un desafío y una oportunidad para una izquierda renovada
que, sin olvidar de donde viene, su lealtad a los valores y hacia aquellos que
dedicaron sus vidas a luchar por un mundo más justo e igualitario, pueda
replantear con éxito un proyecto político, social y económico frente al
liberalismo realmente existente.
Durante casi
todo el siglo XX, comunistas y socialdemócratas practicaron estrategias que,
concentrándose únicamente en la conquista del aparato estatal, suponían –una
vez que se llegara al poder- un cambio en el sistema. Esto como se sabe, no
sucedió. La toma del poder por los comunistas fue la sustitución de un régimen
opresivo por otro igualmente opresivo. Tampoco los socialdemócratas se
atrevieron a cuestionar las bases mismas del capitalismo, limitándose a
“humanizarlo”. Para Wallerstein, esta realidad queda especialmente clara en los
convulsos sucesos políticos y sociales de 1968. El 68' surge de la sensación
que el desarrollo nacional no había ocurrido. Una protesta contra la hegemonía
de los EE.UU. en el sistema mundial, pero también una protesta contra la
ineficacia de los movimientos llamados de la “izquierda histórica”:
socialdemócratas, comunistas y movimientos de liberación nacional, que eran
atacados por no haber transformado realmente al mundo tal y como lo habían
prometido:
“La estrategia (…)
no había logrado transformar al mundo.
“La estrategia (…)
no había logrado transformar al mundo. De esto retrató la revolución mundial de
1968; del fracaso de la vieja izquierda en
su intento por transformar al mundo. Esto llevó 30 años de debate y
experimentación sobre alternativas a la estrategia orientada hacia el Estado
que ahora parecía equivocada”.
Los cambios que
la izquierda plural está llamada a hacer implican ver al futuro asimilándolas
lecciones de casi trescientos años de lucha, pero a la vez superando los
vicios, los dogmatismos. Hay un pasaje de El dieciocho Brumario de Luis
Bonaparte que resulta particularmente oportuno re contextualizado en la época
actual:
La revolución social del siglo XIX no puede sacar su poesía
del pasado, sino solamente del porvenir.
No puede comenzar su propia tarea antes
de despojarse de toda veneración supersticiosa por el pasado.
Las anteriores
Revoluciones necesitaban remontarse a los recuerdos de la historia universal
para aturdirse acerca de su propio contenido. La revolución del siglo XIX debe
dejar que los muertos entierren a sus muertos para cobrar conciencia de su
propio contenido.”
2. La Integración a Nivel Regional.
Se entiende por
proceso de integración regional el proceso convergente, deliberado
(voluntario), fundado en la solidaridad, gradual y progresivo, entre dos o más
Estados, sobre un plan de acción común en aspectos económicos, sociales,
culturales, políticos, entre otros.
Características de los procesos de integración:
Se ha
establecido ciertas características esenciales a todo proceso de integración
regional, las cuales mencionaremos a continuación con la finalidad de
establecer una generalización. Estas características son:
• Los
sujetos son los Estados soberanos.
• Los
Estados emprenden el proceso integrador en forma voluntaria y deliberada
• Como
todo proceso (aún más, con la complejidad del caso al que se hace referencia)
se debe avanzar por etapas, es decir, el proceso debe ser gradual.
• Las
etapas deben ser cada vez más profundas y dispersas; de allí la necesidad de la
progresividad y la convergencia del proceso.
• Por
último, el proceso de integración se inicia con acercamientos económicos, pero
lentamente y dependiendo de cada proceso –conforme a lo estipulado por los
Estados miembros-, la agenda va abarcando e incluyendo nuevos temas de las
áreas sociales, culturales, jurídicas, y hasta políticas de los países
miembros.
2.1. El neoliberalismo como modelo de integración
A mediados de la
década pasada, el discurso dominante era del “fin de la historia” y de que “no
hay alternativas”. Entonces, el continente estaba cubierto de gobiernos
neoliberales obedientes al de Washington; y Cuba, solitaria, atravesaba el
desierto del “período especial”.
El
neoliberalismo había tenido entre sus pioneras a dos dictaduras militares
sangrientas, la chilena (1973-1989) y la argentina (1976-1983) pero se
transformó en proyecto dominante cuando en los 80, fue asumido por el
imperialismo norteamericano (con el gobierno Reagan) como programa a ser
implementando mundialmente.
Las crisis del
programa socialdemócrata europeo desde finales de los años 1970 y del
socialismo burocratizado en la década de 1980 y el fin de la Unión Soviética en
1991 abrieron espacio para que el proyecto neoliberal se tornara
ideológicamente hegemónico en ese período. Al mismo tiempo, el “fin de la
guerra fría” alimentó en algunos círculos la ilusión de un mundo sin conflictos
que no se verificó: surgió un orden mundial más injusto, más inestable y más
violento que el anterior, regido por la unipolaridad del imperialismo
norteamericano.
Se entiende que
aún estamos bajo ese doble signo a nivel mundial, de imposición del programa
neoliberal y de la unilateralidad del accionar del imperialismo norteamericano.
Sin embargo, se trata de un orden que presenta resquebrajaduras (aunque hay que
considerar que son resquebrajaduras regionales con características y
potencialidades políticas muy heterogéneas).
En nuestra
región la coyuntura dio un giro. Hay un despertar de los pueblos y el
neoliberalismo es por aquí un proyecto puesto en jaque. La línea del tiempo de
la coyuntura actual la podríamos comenzar en diversos puntos. Y ciertamente,
dependiendo de la ubicación geográfica de quien observa, habría percepciones
diferentes de acuerdo con las experiencias nacionales.
El antecedente
más distante podría ser el Caracazo de 1989 en Venezuela, primera revuelta
masiva contra un ajuste neoliberal, sangrientamente reprimida por el gobierno
del entonces presidente Carlos Andrés Pérez. Entre los antecedentes estaría
seguramente el levante indígena zapatista mexicano contra el TLC (Tratado de
Libre Comercio) con EEUU y Canadá en enero de 1994. Pero, será la rebelión
popular en Cochabamba, Bolivia, en 2000 contra la privatización del agua, la
que ponga en evidencia de forma más clara de que ya se había alcanzado una nueva
coyuntura, donde la presión popular era capaz de bloquear la aplicación del
programa neoliberal. A esa cronología habría que poner igualmente los momentos,
desde finales de la década pasada, en que movilizaciones populares echaron a
presidentes neoliberales en Ecuador, Paraguay, Argentina y Bolivia.
Y cuando los
pueblos, a través de su voto, buscaron alternativas, comenzando con las
elecciones venezolanas de 1998, cuando Hugo Chávez fue electo presidente de
Venezuela, en una serie que creció expresivamente en los últimos años con
Brasil, Argentina y Uruguay y tuvo su momento alto con la reciente elección de
Evo Morales en Bolivia.
Ahora bien, que
haya cuestionamiento y oposición al neoliberalismo no quiere decir aún que otro
proyecto ya esté claramente en marcha. Lo que significa es que ese programa se
agotó porque no ofrece más perspectivas de gobernabilidad (al menos en un marco
democrático), que está abierta la temporada de formulación, construcción y
aplicación de alternativas.
Por otro lado,
no hay un programa alternativo ya listo y válido para todos los casos. Por
último, el desenlace de la coyuntura dependerá de la constitución de voluntades
políticas capaces de impulsar a cada país y a la región hacia un proyecto de
superación del neoliberalismo.
Sin embargo, no
quiere decir también que en el proceso de ese parto no estén presentes ya
indicaciones del sentido general de las mudanzas. Por ejemplo, no es un detalle
menor que en la Cumbre de Presidentes de Mar del Plata, en noviembre de 2005,
el presidente Bush mismo con la ayuda de sus testaferros regionales (con el
mexicano Vicente Fox a la cabeza) no haya conseguido forzar la retomada de las
negociaciones del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), bloqueada por
la oposición de los gobiernos de Venezuela y del Mercosur.
Téngase en
cuenta que el ALCA era desde el tiempo del auge neoliberal la principal
estrategia imperialista para completar su dominación sobre la región. Por las
cuentas de Clinton, primero, y Bush, después, el año 2005 sería con el ALCA
para todo el continente (excluyendo a Cuba) el equivalente al 1994 con el NAFTA
en América del Norte. No fue y no hay perspectiva de que se pueda retomar a
corto plazo.
Lo que le restó
al gobierno norteamericano es presionar a los gobiernos nacionales más
susceptibles a su coerción (Chile, Colombia, Peru, países de América Central y
República Dominicana) para imponer TLCs bilaterales. Esto que es un avance del
imperialismo norteamericano por las partes de menor resistencia (gracias a la
presencia de gobiernos entreguistas) es también su confesión de derrota.
Hay muchos
indicios de que el auge del imperialismo norteamericano ya pasó. Su principal
argumento (su capacidad de despliegue militar convencional) se empantanó en
Irak. Sus políticas para el mundo árabe y el musulmán fracasaron al no
estabilizar un arco de aliados estratégicos; al contrario, han introducido
nuevos elementos de inestabilidad para sus antiguos aliados.
Habiendo entrado
militarmente de forma maciza no tiene como salir tan temprano de allá y no
cuenta con fuerzas suficientes para dos frentes de conflictos agudos al mismo
tiempo.
El
unilateralismo de su política internacional despertó al “nacionalismo” en otras
potencias capitalistas que sin capacidad de enfrentarle militarmente, sin
embargo, se ven tentadas a buscar un nuevo mapa geopolítico.
Su economía
(tomada individualmente) continúa siendo la principal del planeta, pero en
declinó y con problemas crecientes, cada vez más dependiente del financiamiento
del resto del mundo, en particular de China. Al mismo tiempo vemos que vuelven
a crecer movimientos populares de contestación dentro de los Estados Unidos. El
caso más evidente es el de las gigantescas manifestaciones promovidas por
inmigrantes (sobre todo latinos) en defensa de sus derechos el pasado 1 de mayo
de 2006.
Pero también
tienen su impacto las coaliciones contra la guerra y las que llevan campañas
contra las políticas de las corporaciones multinacionales norteamericanas.
Es debido a ese
cuadro coyuntural que América Latina no es hoy la primera prioridad estratégica
del imperialismo norteamericano. También en otras coyunturas cuando se
aflojaron las cuerdas con que el imperialismo ata a la periferia es que hubo
mayores espacios políticos para proyectos emancipatorios. Pero eso no significa
que en términos geopolíticos nuestra región haya perdido su carácter de área
natural de ejercicio de la hegemonía norteamericana (por lo que no hay que
esperar auxilio de otras potencias).
2.1.2. La U.E., sus instituciones y funcionamiento
La Unión Europea
(UE) es una comunidad política de Derecho nacida para propiciar y acoger la
integración y gobernanza en común de los pueblos y de los Estados de Europa.
Está compuesta por veintisiete Estados europeos, y su Unión fue establecida con
la entrada en vigor el Tratado de la Unión Europea (TUE), el 1 de noviembre de
1993. Si en un principio la supraestructura "Unión Europea" aunaba y
se fundaba sobre las tres Comunidades Europeas preexistentes (CECA, Euratom y
CEE/CE) bajo el complejo sistema conocido como "los tres pilares" (el
comunitario CE-CECA-Euratom más la PESC más la cooperación judicial y
policial), con la entrada en vigor, el 1 de diciembre de 2009, del Tratado de
Lisboa, la Unión Europea sucedió por completo a las CC.EE. (con ciertas
particularidades en el caso de Euratom, que en algunos aspectos pervive) y
asumió con ello su personalidad jurídica única como sujeto de Derecho
internacional.
La Unión Europea
ha desarrollado un sistema jurídico y político único en el mundo que se rige
por mecanismos y procedimientos de funcionamiento interno complejo, que se han
extendido y evolucionado a lo largo de su historia hasta conformar, en la
actualidad, un sistema híbrido de gobierno transnacional (el único existente)
difícilmente homologable que combina elementos próximos a la cooperación
multilateral, si bien fuertemente estructurada e institucionalizada, con otros
de vocación netamente supranacional, regidos ambos por una dinámica de
integración regional muy acentuada.
Esto todo
desemboca en una peculiarísima comunidad de Derecho, cuya naturaleza jurídica y
política es muy discutida, si bien sus elementos fundacionales y su evolución
histórica, todavía abierta, apuntan, hoy por hoy, a una especial forma de
moderna confederación o gobernanza supranacional, acusadamente
institucionalizada y con una inspiración histórico-política de confusa
aspiración federal que se detecta con cierta claridad en ámbitos como la
ciudadanía europea, los principios de primacía y efecto directo que le son
aplicables a su ordenamiento jurídico en relación con los ordenamientos
nacionales, el sistema jurisdiccional o la unión monetaria (el sistema del
euro).
La Unión
Europea, y antes las Comunidades, promueve la integración continental por medio
de políticas comunes que abarcan distintos ámbitos de actuación, en su origen
esencialmente económicos y progresivamente extendidos a ámbitos indudablemente
políticos. Para alcanzar sus objetivos comunes, los Estados de la Unión
atribuyen a estas determinadas competencias, ejerciendo una soberanía en común
o compartida que se despliega a través de los cauces comunitarios.
La Unión Europea
se rige por un sistema interno en régimen de democracia representativa. Sus
instituciones son siete: el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo,
la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Tribunal
de Cuentas y el Banco Central Europeo. El Consejo Europeo ejerce funciones de orientación
política general y de representación exterior, y nombra a los jefes de las
altas instituciones constitucionales; el Parlamento Europeo y el Consejo
ejercen la potestad legislativa; la Comisión o Colegio de Comisarios aplica el
Derecho de la Unión, supervisa su cumplimiento y ejecuta sus políticas, y a
ella corresponde en exclusiva la iniciativa legislativa ante las Cámaras; el
Tribunal de Justicia ejerce las labores jurisdiccionales supremas en el sistema
jurídico comunitario; el Tribunal de Cuentas supervisa y controla el buen
funcionamiento y adecuada administración de las finanzas y de los fondos
comunitarios; y el Banco Central Europeo dirige y aplica la política monetaria
única de la zona euro.
La Unión cuenta
también con otros órganos, instancias y organismo de función y atribuciones
diversas: así, el Comité Económico y Social, el Comité de las Regiones, el
Defensor del Pueblo Europeo, el Alto Representante de la Unión para Asuntos
Exteriores y Política de Seguridad, etc.
Las Instituciones
de la Unión Europea son los organismos políticos e instituciones en los que los
estados miembros delegan parte de sus poderes y soberanía. Con ello se busca
que determinadas decisiones y actuaciones institucionales provengan de órganos
de carácter supranacional cuya voluntad se aplica en el conjunto de los Estados
miembros, desapoderando así a los órganos nacionales de cada país.
El tejido
institucional de la Unión se ha mantenido constante desde su creación en 1952,
sin embargo, se han modificado sus competencias en varias ocasiones.
Las normas y
procedimientos que las instituciones deben seguir se establecen en los
tratados, negociados por el Consejo Europeo y en conferencias
intergubernamentales y ratificados por los parlamentos nacionales de cada
Estado. El Tratado de Lisboa, modifica nuevamente el TUE, pero también el TCE,
que pasaría a llamarse Tratado sobre el Funcionamiento de la Unión Europea
(TFUE). 31
El Tratado de
Lisboa ha consolidado la transformación formal del marco institucional supremo,
pasando a ser siete las instituciones constitucionales de la Unión: el
Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo, la Comisión Europea, el
Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Tribunal de Cuentas y el Banco
Central Europeo.
• El
Parlamento Europeo (PE) es el parlamento de la Unión Europea (UE). Desde 1979,
es elegido directamente cada cinco años en las elecciones europeas. Por lo
tanto, es la primera institución supranacional directamente elegida del mundo y
el órgano representativo de alrededor de 490 millones de personas, quienes
constituyen el segundo electorado democrático más grande del mundo (después de
la India).32
• El
Consejo Europeo es un organismo político de carácter predominantemente
intergubernamental, conformado por los jefes de Estado o de gobierno de los
estados miembros de la Unión Europea más el presidente permanente del Consejo y
el Presidente de la Comisión Europea. Comúnmente conocidas sus reuniones como
"Cumbre europea Cumbres europeas", no debe confundirse con el Consejo
de Europa o con el Consejo de la Unión Europea. Sus oficinas se encuentran en
el Justus Lipsus de Bruselas, sede del Consejo de la Unión Europea.
• El
Consejo o Consejo de la Unión Europea (CUE), en ocasiones llamado también
Consejo de Ministros, representa a los Gobiernos de los Estados miembros,
quienes en su seno legislan para la Unión, establecen sus objetivos políticos,
coordinan sus políticas nacionales y resuelven las diferencias existentes entre
ellos y con otras instituciones. El Consejo es un órgano comunitario, regulado
por normas de Derecho internacional. En cada reunión del Consejo participan
representantes de los estados miembros, con rango ministerial. La Presidencia
de Consejo cambia entre Estados miembros cada seis meses: de enero a junio y de
julio a diciembre. Los Gobiernos trabajan aunando fuerzas para manifestarse con
una sola voz en cuestiones de política exterior, asistidos por el Alto
Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad,
Catherine Ashton.
• La
Comisión Europea (Comisión de las Comunidades Europeas hasta la entrada en
vigor del Tratado de Niza) es la rama ejecutiva de la Unión Europea. Este
cuerpo es responsable de proponer la legislación, la aplicación de las
decisiones, la defensa de los tratados de la Unión y, en general, se encarga
del día a día de la Unión.33
• El
Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) es una Institución de la Unión
Europea que cumple la función de órgano de control del Derecho comunitario
europeo, y que se caracteriza por su naturaleza judicial y supranacional. Las
sentencias del TJUE tienen carácter vinculante en los Estados miembros. Como ya
se expuso en prontas sentencias (Costa vs. ENEL) el TJUE es el garante de un
ordenamiento jurídico propio que se ve asistido y aplicado también por los
sistemas jurídicos nacionales.
• El
Tribunal de Cuentas es el órgano fiscalizador de la Unión Europea. Supervisa la
correcta administración de los fondos europeos, tanto en el nivel de sus
Instituciones, órganos y organismos, como en el de los Estados miembros, cuando
son estos los que los gestionan.
• El
Banco Central Europeo (BCE) es el banco central de la moneda única europea, el
euro, y constituye el principal eje del Eurosistema. El BCE es parte integrante
del Sistema Europeo de Bancos Centrales y está sometido a las disposiciones del
Tratado de la Comunidad Europea y a sus Estatutos.
La Carta de los
derechos fundamentales de la Unión Europea es el texto en el que se recogen
todos los derechos civiles, políticos, económicos y sociales de los ciudadanos
europeos y de todas las personas que viven en el territorio de la Unión.
Los derechos
fundamentales son la dignidad, la libertad, la igualdad, la solidaridad, la
ciudadanía y la justicia, los cuales ya se recogen en el Convenio Europeo para
la Protección de los Derechos Humanos, en la Carta Social Europea del Consejo
de Europa, en la Carta Comunitaria de los Derechos Sociales Fundamentales de
los Trabajadores, y a su vez en las propias constituciones de los Estados
miembros de la Unión, así como en otros convenios internacionales que han
firmado los Estados de la Unión Europea.
2.1.3. Las instituciones Latinoamericanas de integración.
2.1.3.1. El mercado común del sur (MERCOSUR)
Es una unión
aduanera integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, tiene como países
asociados a Chile, Colombia, Ecuador y Perú, México actúa como observador y
Bolivia y Venezuela están en proceso de incorporación. Fue creado el 26 de
marzo de 1991 con la firma del Tratado de Asunción.
Para
• La
libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países;
• El
establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política
comercial común;
• La
coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados
partes;
• La
armonización de las legislaciones para lograr el fortalecimiento del proceso de
integración.
En la práctica,
estos objetivos se han logrado sólo parcialmente. En efecto, la liberalización
del comercio dentro del bloque todavía no se ha logrado plenamente. Por
ejemplo, si bien existe un arancel externo común, el mismo tiene numerosas
excepciones, que, en la jerga aduanera, se conocen como
"perforaciones": cada Estado puede confeccionar una lista de aquellos
productos a los cuales el arancel externo común no se aplica. Dicha lista puede
ser más extensa en el caso de Uruguay y Paraguay (pues así se ha convenido, por
ser estos dos los países menos desarrollados del bloque), y todos pueden
actualizarla semestralmente. Tampoco existe una concreta coordinación de las
políticas comerciales entre los Estados miembros.
El 4 de julio de
2006 se suscribió un Protocolo de Adhesión mediante el cual Venezuela se
constituyó como Estado Parte. No obstante, este instrumento de adhesión aún no
ha entrado en vigor debido a que a la fecha no ha sido ratificado por todos los
parlamentos de los firmantes, por lo que su vinculación legal al bloque sigue
siendo como Estado Asociado. El senado de Brasil aprobo dicho ingreso en
Diciembre de 2009, faltando solo la aprobación del parlamento de Paraguay.
Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú también tienen estatus de Estado
Asociado.
Si bien el
tratado de creación fue firmado en Asunción el 26 de marzo de 1991, hay quienes
sostienen que la creación efectiva ya se había producido el 30 de noviembre de
1985, fecha de la Declaración de Foz de Iguazú que selló un acuerdo de
integración bilateral entre Argentina y Brasil. A su vez, su existencia como
persona jurídica de Derecho Internacional fue decidida en el Protocolo de Ouro
Preto, firmado el 16 de diciembre de 1994, que entró en vigor el 15 de
diciembre de 1995. El Protocolo de Ouro Preto estableció un arancel externo
común y desde 1999 existe una zona libre de aranceles entre sus integrantes con
la sola excepción del azúcar y el sector automotriz. El Mercosur es el mayor
productor de alimentos del mundo.
Estructura institucional
Con base en el
Protocolo de Ouro Preto, firmado el 17 de diciembre de 1994 y vigente desde el
1 de enero de 1995, el Mercosur tiene una estructura institucional básica
compuesta por:
1. El Consejo del Mercado Común (CMC), órgano supremo del
Mercosur, creado en 1991.
2. El Grupo Mercado Común (GMC), órgano ejecutivo, creado en
1991.
3. El Parlamento del Mercosur, constituido en 2005 (dos mil
cinco), comenzó a sesionar el 7 de mayo de 2007 en reemplazo de la Comisión
Parlamentaria Conjunta.
4. La Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur
(CRPM) y su Presidente, creada en 2003. El Presidente de la CRPM representa al
Mercosur frente a terceros.
5. La Comisión de Comercio del Mercosur (CCM), órgano
encargado de la gestión aduanera y arancelaria, creado en 1994.
6. El Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur (TPRM),
con sede en Asunción, creado en 2002 e instalado en 2004.
Adicionalmente,
el Mercosur cuenta con instancias políticas de menor importancia decisoria,
pero que ocupan un lugar destacado en su esquema orgánico.
1. El Foro Consultivo Económico-Social (FCES), organismo de
participación de las organizaciones de la sociedad civil, creado en 1994.
2. El Tribunal Administrativo Laboral del Mercosur, para
conflictos con el staff, creado en 2003
3. La Secretaría Administrativa del Mercosur (SAM) con sede
en Montevideo, creada en 1994.
4. La Comisión Socio laboral (CSL) de composición tripartita
(gobiernos, empleadores y sindicatos), creada en 1997 e instalada en 1998.
5. El Grupo de Alto Nivel de Empleo (GANE), creado en 2004.
6. El Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur
(FOCEM), creado en 2004.
7. El Instituto Social del Mercosur, creado en 2006.
8. El Foro de la Mujer, en el ámbito del FCES.
9. El Foro de Consulta y Concertación Política (FCCP)
10. El Foro Consultivo de Municipios, Estados Federados,
Provincias y
Departamentos del MERCOSUR (FCCR)
También existe
un organismo oficial vinculado al Mercosur, aunque sin pertenecer a su
organigrama, denominado Mercociudades integrado por municipios de los países
miembros. Tiene su sede en Montevideo y está integrada por 123 ciudades donde
viven más de 75 millones de habitantes.
El Mercosur
cuenta también con instancias auxiliares no decisorias como los Subgrupos de
Trabajo (SGT) dependientes del GMC, los Comités Técnicos (CT) dependientes del
CCM, el Observatorio del Mercado de Trabajo (OMT) dependiente del SGT10, y el
Observatorio de la Democracia creado en 2006. El Mercosur también funciona
habitualmente mediante Reuniones de Ministros (RM), Reuniones Especializadas
(RE), Conferencias, y Reuniones Ad-hoc.
Con una
autonomía institucional similar existe la Asociación de Universidades Grupo
Montevideo (AUGM), creada en 1991, e integrada por la mayoría de las
universidades públicas del Cono Sur, con 800.000 estudiantes y 80.000 docentes.
En 2006 los
ministros de Educación de Argentina y Brasil acordaron un sistema de
integración entre universidades de ambos países con el objetivo de fundar en el
mediano plazo la Universidad del Mercosur.
Estructura jurídica del Mercosur
El Mercosur
funciona con una estructura jurídica en la que se combinan los clásicos
tratados, protocolos y declaraciones del Derecho Internacional, con normas
propias obligatorias dictadas por los órganos decisorios del bloque (derecho
comunitario), recomendaciones no obligatorias dictadas por los órganos
auxiliares, e incluso acuerdos de concertación social regional.
La realidad del MERCOSUR
Muchos de los
"propósitos" del proceso de integración no se han logrado en la
práctica. Por eso, a pesar del nombre "Mercado Común del Sur", el
Mercosur no es un mercado común. Se trata, en verdad, de una zona de libre
comercio, o, si se quiere, de una unión aduanera imperfecta o incompleta. Esto
se debe a varias circunstancias:
1. La liberalización del comercio intrazona en el Mercosur
aún no es plena (por ejemplo, los sectores azucarero y automotor están
exceptuados del arancel cero intrazona).
2. Si bien existe un arancel externo común para muchas
mercaderías, hay numerosas excepciones al mismo, y los Estados partes tienen la
facultad de confeccionar una lista en la que se indican qué bienes quedan
exceptuados de dicho arancel, pudiendo modificarla semestralmente.
3. En el Mercosur no existe una concreta coordinación de las
políticas comerciales entre los Estados partes (ello normalmente exige la
creación de un Código Aduanero Común, que en el Mercosur no existe).
4. En el Mercosur no existe la libre circulación de
capitales, servicios o personas.
Venezuela y el MERCOSUR
La incursión de
Venezuela en los mercados de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay (Mercosur)
se decidirá como política de Estado, pero se hará efectiva mediante el
dinamismo y la participación directa de los empresarios locales.
Necesariamente
Venezuela debe entrar al Mercosur para ampliar su frontera comercial dentro del
actual proceso de apertura e integración. No obstante, esta integración debe
darse dentro de un proceso armónico y coherente, revisando las asimetrías
existentes entre nuestro país y los que integran dicho mercado.
En nuestro caso
la integración debería comenzar por el sur de Venezuela con el norte de Brasil,
en cuya zona se ubican Boa Vista, Manaos y otras importantes regiones del norte
de Brasil v Santa Elena de Uairén, Puerto Ordaz, Ciudad Bolívar, Maturín y
otras ciudades del sur venezolano.
El hecho de la
cercanía de Venezuela y Brasil, establecerá un emparejamiento debido a una
similitud de gustos, así como la facilidad del establecimiento de vías de
distribución, ya que el costo de supervisión y de comunicación disminuye en
función a la distancia. Poblaciones como Boa Vista, Manaos y otras importantes
regiones del norte de Brasil, obtendrán beneficios dentro del convenio de
mercado común, debido a su proximidad con las fronteras venezolanas y por
consiguiente el beneficio económico y social que esto trae inverso.
Una negociación
de esta naturaleza no debe adelantarse solamente por un interés político sino
que deben estudiarse las asimetrías existentes entre nuestra economía y la de
los países que integran el Mercosur, para evitar mayores daños.
Es necesario
revisar las áreas en las cuales podría haber la integración para evitar daños
mayores a la economía del país, que viene de un fuerte proceso recesivo y donde
nunca ha habido políticas claras y estables en el tiempo para estimular el
desarrollo del aparato productivo.
Podrían surgir
problemas con las oleaginosas, algodón, leche y carne, rubros en los cuales los
países del Mercosur son excedentarios.
En Brasil, los
empresarios piensan que la economía venezolana-brasilera son complementarias y
se pueden desarrollar proyectos conjuntos que les permitan trabajar en terceros
países. Dentro del estos proyectos destaca la posibilidad de una asociación
entre Petróleos Brasileños S.A. (Petrobás) y Petróleos de Venezuela S.A.
(P.D.V.S.A.), para constituir una empresa binacional que trabajaría con la
razón social de Petroamérica.
En la
actualidad, Brasil y Venezuela desarrollan dos importantes proyectos de
integración física: la carretera que comunicará a Manaus con Venezuela y la
interconexión eléctrica entre la empresa Venezolana del Gurí y esa misma
capital amazónica, zona franca e importante centro industrial brasilero. De lo
anterior se desprende el interés particular que tiene Brasil, hacia la
integración de Venezuela al Mercosur, así como su apoyo unilateral al mismo.
Una vez
establecido en convenio, la cercanía geográfica de los países remediará las
distorsiones en la localización de la actividad productiva causadas por la
descomposición de un área económica en unidades nacionales.
Asociarse con el
Mercado Común del Sur (Mercosur) es un excelente negocio para los venezolanos y
una oportunidad histórica para multiplicar el comercio, los negocios y las
inversiones.
2.1.3.2. La comunidad andina de naciones (CAN)
La Comunidad
Andina está formada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Su origen está en el
Tratado de Cartagena de Indias de 1969, que fue firmado también por Chile que
se retiró en 1976 y al que se incorporó Venezuela en 1973, retirándose en el
2006.
La Comunidad
Andina está formada, además de por los países miembros, por el Sistema Andino
de Integración (SAI), un conjunto de órganos e instituciones que trabajan
estrechamente vinculados entre sí y cuyas acciones están encaminadas a lograr
los mismos objetivos: profundizar la integración subregional andina, promover
su proyección externa y robustecer las acciones relacionadas con el proceso.
El órgano máximo
del SAI es el Consejo Presidencial Andino formado por los presidentes de los
países miembros. Los órganos de dirección y decisión son el Consejo Andino de
Ministros de Relaciones Exteriores y la Comisión de la Comunidad Andina,
integrada esta última por los Ministros de Comercio e Integración. En reunión
ampliada, la Comisión puede incorporar a otros ministros.
La Secretaría
General de la Comunidad Andina es el órgano ejecutivo que se encarga de
administrar el proceso, velar por el cumplimiento de los compromisos
comunitarios y presentar iniciativas y propuestas de Decisión. Su sede está en
Lima (Perú) y está dirigida por un Secretario General, elegido por consenso por
un período de cinco años.
El órgano
deliberante es el Parlamento Andino y el jurisdiccional es el Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina. Las instituciones consultivas son el Consejo
Consultivo Empresarial Andino y el Consejo Consultivo Laboral Andino.
La Corporación
Andina de Fomento (CAF) y el Fondo Latinoamericano de Reserva (FLAR) son las
instituciones financieras, en tanto que las instituciones sociales están
conformadas por los Convenios Hipólito Unanue (salud) y Simón Rodríguez
(trabajo) y por la Universidad Andina Simón Bolívar.
La Comunidad
Andina ha conseguido éxitos notables entre los que se puede enumerar los
siguientes:
• Creación de una zona de libre comercio.
• Adopción de un Arancel Común en 1995 con un tipo promedio
del 13,6% y tope del 20%.
• En el comercio interregional ha crecido de forma notable
el intercambio de productos manufacturados, especialmente en los sectores
químico, siderúrgico, agroindustrial, metalmecánico y bienes de capital. En
cambio, sus exportaciones al resto del mundo son principalmente de materias
primas.
• Se ha establecido un Régimen Común para el fomento de la
inversión en el que, además de evitar la doble imposición (Decisión 40),
consagra la igualdad de trato entre nacionales y extranjeros (Decisión 291) y
favorece la asociación de inversionistas nacionales (Decisión 292).
• Se avanza hacia un orden jurídico común supranacional
mediante el principio de la "aplicación directa" según el cual no es
necesaria la ratificación local de las normas sino que entran en vigor simplemente
con su publicación en la Gaceta Oficial. A comienzos del año 2002 se habían
publicado 768 Gacetas Oficiales que contenían 511 Decisiones de la Comisión,
601 Resoluciones de la Secretaría General y 506 Resoluciones de la Junta del
Acuerdo (hasta 1997)
2.1.3.3. Comunidad Sudamericana de Naciones
La Comunidad
Sudamericana de Naciones (CSN) es el espacio natural de unión, convergencia e
integración de los países de América del Sur. Se trata de la estructura
compartida de integración política, social, cultural y económica de mayor
envergadura a nivel sudamericano.
La CSN está
integrada por los jefes de Estado y de Gobierno de los 12 países sudamericanos:
Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú,
Suriname, Uruguay y Venezuela.
Como gran
proyecto político constituido en torno a la integración, el propósito de la
Comunidad Sudamericana es conformar un bloque unitario sobre la base de un
destino común que le permita a Sudamérica tener peso y relevancia a nivel
internacional y negociar en mejores condiciones.
Creación y memoria de la independencia.
El 8 de
diciembre de 2004 los presidentes de los países de América del Sur, reunidos en
la ciudad del Cusco, Perú, en ocasión de la celebración de las gestas
libertarias de Junín y Ayacucho, decidieron conformar la Comunidad Sudamericana
de Naciones.
La creación de
la Comunidad Sudamericana se inspiró en el ejemplo del Libertador Simón
Bolívar, del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, del Libertador
José de San Martín y de los pueblos y héroes independentistas que construyeron,
sin fronteras, la Patria Grande.
La Comunidad
Sudamericana guarda también la identidad, el rostro y la memoria de los líderes
indígenas que –como Tupak Katari, Tupak Amaru y Apiahuaiki Tumpa– hicieron de
su rebelión un motivo de emancipación, libertad y dignidad de los pueblos
oprimidos.
La Comunidad
Sudamericana fue creada sobre la base de una cultura e historia compartidas, de
la continuidad geográfica sudamericana, así como de un futuro de integración
que proyecte los ideales de libertad, igualdad y solidaridad que sustentaron la
lucha por la independencia de los pueblos de América del Sur.
Organización y estructura.
La Comunidad
Sudamericana se ha establecido con base en la institucionalidad existente,
evitando la duplicación y superposición de esfuerzos, sin nuevos gastos
financieros, estableciendo niveles de coordinación entre las Cancillerías con
el apoyo de los organismos de integración ya existentes.
Las Reuniones de
Jefes de Estado constituyen la instancia máxima de conducción política de la
Comunidad. Estas reuniones son anuales y se realizan, de manera rotativa, en
todos los países miembros.
Las Reuniones de
los Ministros de Relaciones Exteriores tienen por objeto primordial promover el
diálogo político, preparar las reuniones de Jefes de Estado y adoptar las
decisiones ejecutivas para implementar las directrices presidenciales. Estas
reuniones tienen una periodicidad semestral.
Por otra parte, los Viceministros de
Relaciones Exteriores coordinan las posiciones de los países de la Comunidad y
preparan las reuniones de Cancilleres.
La Secretaría
Pro Témpore de la Comunidad Sudamericana de Naciones es ejercida en forma rotativa
por cada uno de los países miembros por periodos anuales que culminan en la
Reunión de Jefes de Estado.
Actualmente,
Brasil ejerce la Secretaría Pro Témpore de la Comunidad hasta que ésta sea
transferida a Bolivia, durante la realización de la Segunda Cumbre de la
Comunidad Sudamericana de Naciones, el 8 y 9 de diciembre de 2006, en
Cochabamba.
Bases y fundamentos de la comunidad.
Cooperación política, social y cultural
Comprende temas
como el fortalecimiento de la democracia, de la seguridad regional, de la lucha
contra las drogas y contra la corrupción, así como temas de carácter social y
cultural. También considera el aprovechamiento de la capacidad técnica e institucional
de organismos regionales, como la Aladi, la OTCA y el SELA.
Integración económica, comercial y financiera
Se basa en la
convergencia gradual entre la Comunidad Andina (CAN) y el; Mercado Común del
Sur (Mercosur), sumando a Chile y luego a Guyana y Suriname.
Agenda prioritaria
Las áreas de
acción prioritaria de la Comunidad Sudamericana de Naciones son:
• El diálogo
político.
• La
integración física.
• El medio
ambiente.
• La
integración energética.
• Los mecanismos financieros sudamericanos.
• Las
asimetrías.
• La promoción
de la cohesión social, de la inclusión social y de la justicia social.
• Las
telecomunicaciones.
• La
importancia del Sur: la Comunidad Sudamericana en datos.
• La soberanía
y defensa territorial.
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